3:00 A.M Ruidos ensordecedores similares a un enfrentamiento armado de proporciones interrumpe el sueño de muchos vecinos, activando el WSP de mi cuadra. Transcurridos ochenta minutos el ruido vuelve a estallar. Esta segunda vez el ruido no alcanza el minuto, no así en la primera vez que sobrepasa holgadamente el minuto. Como en otras ocasiones, mi vecino José, llama a carabineros a preguntar por el suceso y nos informa de la versión de estos:
"Hablé recién con carabineros , me dicen que son fuegos artificiales y que son los barristas , que nos quedemos tranquilos
Le pregunté si tenía certeza de lo que me decía y me lo aseguro y que no hay nada que temer".
Su comentario, que me parece muy certero es el siguiente: "Muy desubicados a esta hora hacer este escándalo, - en referencia a los barristas- estoy desvelado y seguro muchos de ustedes también. Bueno, ya nos ponemos dormir tranquilos".
No pude dormir a partir de ese momento.
Es un acto violento y una falta de respeto interrumpir el sueño de la gente que por lo demás tiene "derecho" a descansar.
Supongo que un discreto silencio nocturno es parte del "Orden Público" y esa explosión de ruidos es contradictoria con el mismo orden público.
Cuando algún vecino, por desubicación temporal pone música y parlantes a las 3.A.M, la medida para restablecer el silencio es precisamente llamar a Carabineros.
Pero, en fin, estamos con un macro problema en que cada vez más las normas básicas de la convivencia son ininterrumpidamente vulneradas. Si esto no se soluciona a tiempo lo que nos espera es un sentimiento de vulnerabilidad y desprotección.
Y aquí hay dos vertientes de opinión. Algunos creen que hay que hacer más y más leyes para "recuperar la convivencia" y otros sostienen que hay que aplicar las que ya están. O sea, que falta una acción más eficaz para prevenir y sancionar.
Es un problema muy complejo que se quiera o no, "nos está quitando el sueño".
E.D.A
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